Una divisa base es la primera divisa que aparece en la cotización de un par de divisas. En el mercado financiero extranjero, una divisa se cotiza siempre en relación con otra porque se compra una mientras se vende la otra.
La divisa base aparecerá en primer lugar e irá seguida de la segunda divisa, que se denomina divisa cotizada o contradivisa. El precio mostrado en un gráfico será siempre el de la divisa cotizada; representa el importe de la divisa cotizada que necesitarás gastar para adquirir una unidad de la divisa base.
Los pares de divisas de la convención del mercado gobiernan porque el precio de la divisa base siempre se calcula en las unidades de cotización. Las monedas como AUD (dólares australianos), USD (dólares estadounidenses), JPY (Jen japonés), GBP (libras esterlinas) y EUR (euros), y el dólar canadiense (CAD) se utilizan principalmente como monedas base. En cuanto a la moneda de cotización, puede ser cualquier otra moneda base de uso común.
Ejemplo: Supongamos que estás interesado en el EUR/USD. En este ejemplo, la divisa base es el euro y la divisa cotizada es el dólar estadounidense. Si el precio del par EUR/USD es 1,3000, significa que necesitarás 1,30 dólares estadounidenses para comprar un solo euro.
Cuando se opera con forex, tienes la opción de ir corto o ir largo. Esto significa que tendrás que evaluar qué divisa del par forex se considera “débil” o “fuerte” cuando se compara con la otra.
Si abrieras una posición larga, lo harías con la expectativa de que la divisa base subiera, o de que la divisa cotizada cayera. De este modo, si pensaras que el valor del dólar estadounidense va a caer o que el del euro va a subir, comprarías EUR/USD.
Si abrieras una posición corta, lo harías con la expectativa de que el valor de la divisa base cayera frente a la divisa cotizada. De modo que, si creyeras que el dólar estadounidense está ganando fuerza, ejecutarías una orden de venta en el par EUR/USD.
FUENTE: IG