Tensión global, respuesta europea: el BCE volverá a recortar tipos

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Los temores de una guerra comercial a gran escala en la Unión Europea impulsan las expectativas a corto plazo sobre la velocidad y el alcance de futuros recortes.

Unión Europea

 

Michael Krautzberger, CIO Global de Renta Fija de Allianz Global Investors

  • Esperamos que el Banco Central Europeo baje los tipos en 25 puntos básicos (pb) en su reunión del 17 de abril, en línea con las expectativas del mercado, situándolos en el 2,25% y continuando la senda de recortes iniciada el pasado verano. 
  • Los temores sobre una guerra comercial global han frustrado las esperanzas de que la zona euro comience una recuperación económica sostenida en 2025. El optimismo generado por el estímulo fiscal anunciado en Alemania se ha desvanecido rápidamente, sustituido por el temor a un inminente colapso en la demanda en la región. 
  • Los mercados han reaccionado rápidamente ante los crecientes riesgos; ahora se espera que el BCE recorte los tipos en las próximas dos reuniones, y un tipo final de ciclo previsto por debajo del 2%. 
  • Anticipamos una mayor volatilidad en el futuro, con las valoraciones del mercado sobre las tasas a corto plazo fluctuando en función de la evolución de la retórica arancelaria a. A corto plazo, esperamos que la política monetaria del BCE será sensible a los riesgos de crecimiento a la baja que enfrenta la región, respaldando su sesgo hacia una mayor relajación durante los próximos meses. 
  • En el actual entorno volátil, mantenemos una postura táctica en la gestión de carteras, centrada en temas estructurales clave y optamos por estrategias que se benefician de un “steepening” (o empinamiento) de la curva de tipos.

Hace apenas un mes, las perspectivas de crecimiento económico en la zona euro parecían algo más alentadoras para el resto de 2025, impulsadas por el aumento del gasto en defensa e infraestructuras anunciado por el próximo gobierno de coalición en Alemania.

Los primeros indicios de una recuperación económica han sido, al menos por ahora, sofocados a medida que la región asimila un inminente choque comercial. Los riesgos de crecimiento a la baja han resurgido tras los recientes anuncios de aranceles por parte del gobierno de EE. UU. y el consecuente endurecimiento de las condiciones financieras mediante la caída de los precios de las acciones y el fortalecimiento del euro. Con los riesgos para el crecimiento global inclinándose a la baja, han aumentado las expectativas de una flexibilización de la política monetaria a nivel mundial.

La dinámica de la inflación en la zona euro también respalda un sesgo a la baja en la política del BCE a corto plazo. En comparación con EE. UU., la inflación en Europa ha seguido una trayectoria de mejora; la inflación subyacente del IPC de la eurozona se desaceleró hasta el 2,4% interanual en marzo, por debajo de las propias proyecciones del BCE, mientras que la inflación en servicios se redujo al 3,4% interanual, marcando así niveles mínimos de tres años. De cara al futuro, es probable que surjan nuevos riesgos a la baja para la inflación, dada la posible presión desinflacionaria desde China (que busca introducir sus productos en los mercados europeos), los menores precios energéticos y la apreciación del euro.

Tras el recorte de tipos del BCE en marzo, y pese al tono restrictivo que dominó inicialmente la reacción del mercado, las expectativas sobre la trayectoria futura de la política monetaria han cambiado de forma significativa. Aunque algunos miembros del BCE habían señalado un enfoque más cauto y prudente para abril y los próximos meses, otras posturas recientes han enfatizado los riesgos a la baja para el crecimiento derivados de la incertidumbre en torno a la política comercial, lo que claramente respalda un nuevo recorte en abril. A corto plazo, los riesgos siguen inclinándose hacia una reducción adicional de la tasa de depósito (por debajo del nivel neutral percibido del 2%), especialmente si se intensifica una posible guerra comercial entre EE.UU. y la Unión Europea.

Seguimos favoreciendo estrategias que se benefician de un “steepening” (o empinamiento) de la curva de tipos en el entorno macroeconómico y geopolítico actual, pero dada la reciente volatilidad del mercado, preferimos operar tácticamente en torno a esta visión estructural.

Fuente: Finect

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