Cripto ya es más que inversión: El boom educativo de las criptomonedas en España

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Cuando el estudio de Coinbase Research/Qualtrics reveló que el 80% de los consumidores en España ya conocen las criptomonedas como una clase de activo, muy por delante del Reino Unido (66%) o Alemania (60%), quedó claro que el país ya no es solo un mercado prometedor, sino una referencia a nivel continental.

Ese nivel de alfabetización financiera no surgió por casualidad, sino que se sostiene sobre dos pilares interconectados: una formación prolongada y una regulación anticipada.

Aprender antes de invertir: Comunidades, eventos y universidades

A diferencia de la prisa especulativa que se observa en otros mercados, los españoles dedican una media de 3,7 meses a formarse en blockchain y criptomonedas antes de realizar su primera compra, casi el doble de la media europea (2,2 meses).

No se trata únicamente de identificar las criptomonedas con más futuro, sino de comprender el proyecto, su tecnología y utilidad real. Esa sed de conocimiento ha trascendido los foros online y ha llegado a los auditorios físicos.

Eventos como el Blockchain Summit Barcelona y el Crypto Plaza Madrid han batido récords de asistencia, superando, en sus últimas ediciones, los 15.000 participantes. En el ámbito académico, en 2024, la Universidad Complutense de Madrid inauguró el primer Máster en Blockchain y Criptoeconomía del país.

La demanda superó las 300 solicitudes para solo 25 plazas. Y el éxito del programa motivó a otras diez universidades españolas a lanzar iniciativas similares en 2024. Las plataformas privadas siguen el mismo ritmo. Bit2Me Academy y Tutellus ya han formado a más de 500.000 personas en los fundamentos del blockchain.

Democratizando, así, conocimientos que antes estaban reservados a perfiles técnicos. No es casualidad que el 19% de los hodlers españoles ya utilicen criptomonedas como medio de pago en su día a día, un claro indicio de madurez en la adopción.

Una regulación que genera confianza

El entorno educativo se ve fortalecido por un marco regulador que transmite seguridad. España se adelantó al anunciar que completará la implementación del Reglamento MiCA antes del 31 de diciembre de 2025, seis meses antes del plazo establecido por la UE.

Además, desde diciembre de 2024, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) exige que toda empresa que emita o comercialice criptoactivos esté registrada ante el organismo. Esta anticipación regulatoria ya muestra efectos concretos.

Según el Banco de España, el volumen de transacciones en cripto alcanzó los 61.500 millones de euros en 2023, un aumento del 127% respecto a 2022. El capital riesgo ha tomado nota: en los últimos 18 meses se han invertido 780 millones de euros en startups españolas del ámbito blockchain, situando al país como el cuarto destino europeo del sector.

Adopción en el turismo y el comercio minorista: Las monedas digitales en la vida real

El sector turístico, joya de la economía española, ya ha convertido la curiosidad en práctica cotidiana. Según El Boletín, más de 8.000 alojamientos, desde cadenas como Room Mate hasta pequeños hostales independientes, aceptan actualmente pagos con criptomonedas, tras la iniciativa piloto lanzada por la cadena Room Mate en 2021.

En el comercio minorista, El Corte Inglés puso a prueba en enero de 2025 un sistema de cajas capaz de procesar pagos con Bitcoin, USDT y otros diez tokens en sus tiendas de Madrid y Barcelona. Se realizaron 12.000 transacciones en los tres primeros meses, señal de que el usuario cripto ya no es una excepción, sino un cliente habitual.

Este cambio ya se percibe en la calle: desde la compra de billetes de ferry hasta tapas en el Passeig de Vara de Rey. Este dato refuerza la idea de que la educación financiera ha sido clave para impulsar el uso: quien comprende el blockchain, confía en el código como medio de intercambio.

Los inversores extranjeros también han reconocido el acierto del marco regulatorio español y siguen el rastro del talento. El Málaga TechPark Blockchain Center acoge actualmente a 47 empresas especializadas y genera más de 1.200 empleos directos, convirtiendo a la Costa del Sol en el «Sulícón Valley» para desarrolladores Web3.

El parque andaluz también funciona como escaparate de proyectos innovadores. Allí nacen soluciones que combinan inteligencia artificial generativa con contratos inteligentes, transformando la logística portuaria y los procesos de tokenización.

El estudio de Coinbase Research citado anteriormente reveló que el 46% de los consumidores españoles ya han comprado alguna criptomoneda. Entre los menores de 40 años, está creciendo el interés por el staking de activos con prueba de participación, una práctica que permite obtener rendimiento pasivo.

Aunque su rentabilidad depende de comprender bien los riesgos de liquidez y slashing. Las universidades y cursos especializados han empezado a simular staking pools en el aula, acercando teoría y práctica.

Otra área en auge es la de los NFT utilitarios. Festivales como Sónar Barcelona ya venden pases VIP tokenizados que pueden revenderse en mercados secundarios sin riesgo de fraude de entradas, un caso que ahora se utiliza en las facultades de Derecho de la Complutense para ilustrar la normativa MiCA y la propiedad digital.

Con hubs tecnológicos a pleno rendimiento, cajas de supermercado que aceptan stablecoins y programas universitarios que enseñan a programar contratos inteligentes, España demuestra que el conocimiento se ha convertido en el nuevo indexador del mercado cripto.

Fuente: Periodico de Ibiza

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