Fracasa el gobierno en la protección de bitcoin incautado

Un informe en Estados Unidos del Inspector General del Tesoro para la Administración Fiscal (TIGTA) desnuda la negligencia del Servicio de Impuestos Internos (IRS). Con ello, queda demostrado que la agencia falla en su deber de custodiar 8 mil millones de dólares en bitcoin (BTC) y criptomonedas incautadas desde 2017.

Los hallazgos muestran un caos operativo. Esto por agentes que extraviaron tres hardware wallets y destruyeron, por error, una frase de recuperación o frase semilla, lo que obliga a una costosa transferencia de fondos.

Por otro lado, el informe detalla que se cae en una alteración de evidencias cuando se convierte litecoin a bitcoin sin autorización, violando las buenas prácticas de preservación de activos.

Adicionalmente, se muestra que el sistema de rastreo es inútil, dado que el software de inventario (AFTRAK) presenta datos incorrectos para el 43% de los activos, mostrando ubicaciones falsas y montos inconsistentes.

Los errores de procedimiento van más allá de la simple burocracia, debido a que crea un riesgo tangible de pérdida, robo o mala gestión de los activos confiscados a redes de lavado de dinero y ciberdelincuentes.

Queda claro que cada fallo socava la misión de la agencia y siembra dudas sobre su capacidad para manejar la nueva era de las finanzas. El informe advierte que sin controles estrictos, los activos recuperados podrían simplemente desaparecer, debilitando la lucha contra el crimen organizado y erosionando la confianza pública.

La burocracia del dinero fíat frente a la custodia de bitcoin

Justin Bechler, un comentarista activo en la comunidad de Bitcoin, criticó duramente las deficiencias del IRS en la gestión de bitcoin y otros activos digitales incautados. Señaló que la agencia es una burocracia entrenada en dinero fíat, y que, por lo tanto, está mal equipada para manejar un sistema monetario criptográfico como bitcoin, que requiere custodia competente y habilidades técnicas avanzadas debido a su naturaleza irreversible y de portador.

Bechler argumenta que el informe evidencia el colapso de la infraestructura tradicional de cumplimiento frente a la soberanía monetaria digital. Según su visión, el IRS maneja miles de millones en activos volátiles sin la capacidad técnica, claridad en auditorías ni salvaguardas operativas necesarias, lo que aumenta el riesgo de robo, pérdida o manipulación de los fondos en poder del gobierno.

Ante el desastre, Nancy A. LaManna, quien se desempeña como Inspectora General Adjunta para Inspecciones y Evaluaciones del TIGTA, lanzó varias recomendaciones de cumplimiento inmediato.

El IRS, bajo presión, aceptó la mayoría de las recomendaciones y anunció un plan de acción para contener la crisis. De tal manera que la agencia se comprometió a implementar conciliaciones trimestrales para forzar el cumplimiento del papeleo, y lanzar auditorías internas para verificar la precisión de los datos.

La efectividad de estas medidas determinará si el gobierno puede recuperar el control o si los activos seguirán fugándose a través de las grietas de un sistema quebrado.

Este descalabro del IRS también dinamita la credibilidad de la orden ejecutiva que el presidente Donald Trump lanzó en marzo. Aquella directiva exigía al Secretario del Tesoro, Scott Bessent, evaluar en solo 60 días la creación de una reserva estratégica y un Depósito de Activos Digitales para la nación.

Sin embargo, el informe del auditor pulveriza esa ambición, demostrando que el gobierno fracasa precisamente en las tareas básicas de custodia y rastreo que Bessent debía analizar.

Las preguntas que quedan flotando en el aire ahora son: ¿qué sucedió con esa evaluación? ¿Y cómo puede el Tesoro proyectar una bóveda nacional, si ni siquiera logra encontrar las llaves de la que ya tiene?